Relaciones que debemos cultivar
Sea en la universidad, en el trabajo o en nuestro núcleo familiar, tendemos a relacionarnos constantemente con las demás personas y a establecer vínculos afectivos. Esto es tan importante que la teoría psicológica propuesta por Abraham Maslow –la pirámide de Maslow– ubica la afiliación (necesidades sociales) como el tercer eslabón en la jerarquía de necesidades humanas.
Ahora bien, es necesario y muy importante prestar atención a las relaciones que establecemos, y más aún, cultivarlas de forma eficiente. De lo contrario, nuestros vínculos afectivos no contarán con bases sólidas. Además, hay ciertos tipos de relaciones que merecen mayor dedicación y esfuerzo de nuestra parte, a continuación, te las presentamos en orden aleatorio:
Las relaciones familiares
La familia es el primer contacto que tenemos con el mundo, no en vano es el núcleo de la sociedad; por ende, dedicarle tiempo y amor es fundamental. Mientras estés soltera, es importante que fortalezcas la relación con tus padres, hermanos, abuelos, tíos y sobrinos, entendiendo que el amor, respeto y perdón siempre deben estar por encima de cualquier diferencia y/o problema de convivencia, procurando siempre la armonía.
Cuando te cases, te deberás también a tu esposo e hijos. Recuerda que la vida es ruda y un hogar bien fundamentado, fortalecido en el amor mutuo y en el amor de Dios, es la base de los principios con los que crecemos y educamos a nuestros hijos antes de enviarlos al mundo.
Las relaciones amistosas
Como dicen por ahí, “los amigos son la familia que uno elige”, por ello es de vital importancia que cultives tu relación con ellos. Pero ¡OJO!, no todo el que se hace llamar amigo, se muestra amigo, por eso procura elegir sabiamente con quien eliges relacionarte, procura siempre que sean personas que te añadan, no que te resten, y que procuren tu bienestar, además de impulsarte a ser una mejor persona.
Es necesario comprender que los amigos incondicionales son difíciles de encontrar, estos se asemejan a un tesoro. Además, a lo largo de los años, los rumbos suelen cambiar, pero lo relevante es brindar apoyo y cariño a pesar de la distancia.
La relación contigo misma
Como siempre decimos: “Ámate a ti misma, puesto que eres la única persona que estará contigo hasta el final de tus días”.
Verás, es imposible dar amor y valorar a otros cuando no tenemos amor propio. Por esa razón es tan importante que cultives tu ser, que aprendas a conocerte y a callar la voz de agentes externos que pretendan formarte, como paradigmas mentales, estereotipos o falsos diseños establecidos por la sociedad.
Tu verdadera identidad solo la encontrarás en la fuente: tu creador. ¡Eres única! Solo en Dios descubrirás tu valor y propósito genuino. Así que ¡basta ya de ser una copia y andar buscando tu identidad en otras personas o cosas!
Las relaciones académicas y/o laborales
Establecer contactos y cultivar buenas relaciones laborales y académicas te ayudará a impulsarte en el ámbito profesional. Nuestro consejo es que todo lo que emprendas lo hagas con excelencia, mantente íntegra y no hagas excepciones. Nunca sabes a quién de tu pasado podría usar Dios en el futuro para bendecirte.
La relación con Dios
Esta es la relación más importante que debes cultivar y la que marcará la pauta en el resto de las relaciones que establezcas: Cuando te conectas con Dios, entiendes que no todo se trata de ti, sino que perteneces a un propósito mayor; descubres tu valía y aprendes a amarte tal como eres; entiendes la bendición que acarrea la familia y la honra a tus padres y esposo; aprendes a codearte con personas que te impulsan y a amarlos más allá de sus errores; y aprendes a trabajar y a servir con excelencia a otros, como si para Dios mismo lo estuvieses haciendo… Es así como te conviertes en una persona exitosa y ejemplar, porque la gracia y el favor de Dios moldean de continuo tu vida.
Quizás creas que es muy difícil lograr lo que planteamos en este post, porque tu familia está destruida, porque luchas con la baja autoestima, porque no sabes confiar a causa del daño que hicieron a tu corazón o bien, porque te mueves en ambientes tóxicos, ¡pero tenemos buenas noticias! Cuando te determinas a cultivar tu relación con Dios, sin importar lo que te adverse, Él se encargará de restaurar cada uno de esos núcleos de tu vida, empezando por ti.
Permite que Dios sea el centro de tu vida, persevera en crecer en tu relación con Él y observa cómo la gravedad de su amor empieza a poner todo en orden.
#MujerInspírate
