¿Cómo mantener el bienestar emocional en tiempos difíciles?
¿Sabías que solemos enfermarnos de adentro hacia afuera? Cuando nos sentimos tristes o preocupadas constantemente, nuestra mente tiende a enfocarse solo en lo negativo —tanto del mundo que nos rodea como de una misma— y eso afecta el bienestar emocional. Los efectos de esta carga mental se asemejan a ponerte unos lentes oscuros y percibir cada momento como algo gris, opaco y sin ánimo.
Esto sucede porque, por momentos, se nos olvida que hay cosas sobre las cuales no tenemos control y eso le añade más peso a los eventos negativos en nuestra vida. Es que debemos admitirlo: eso de soltar el control no es algo que se nos dé precisamente con naturalidad. En consecuencia, vamos por la vida con una actitud pesimista que nos hace más mal que bien; y si a esa receta le agregamos una crisis pandémica que ha derivado en un confinamiento forzoso, bueno, el panorama se torna poco alentador.
De hecho, La Organización Mundial de la Salud estima que miles de millones de personas de todo el mundo están teniendo repercusiones adicionales en su salud mental a raíz de la COVID-19, exacerbando los casos de depresión y los trastornos de ansiedad.
En este punto, es necesario generar consciencia de las cosas que sí podemos hacer para afrontar momentos difíciles en la vida y preservar nuestro bienestar emocional.
Ahora bien, ¿es fácil cambiar tu perspectiva bajo las circunstancias actuales? No te mentiré, no lo es; pero si más allá de lo que vives, eres consciente de que tienes un problema y eres intencional en trabajar en ello, entonces la perseverancia y el compromiso contigo misma darán sus frutos.
5 estrategias para promover el bienestar emocional
Estas son algunas estrategias por las que puedes empezar a cambiar de óptica:
1. Reconoce lo que está en tu control y lo que se escapa de él
Hay dos formas de llevar la vida que inciden en el bienestar emocional; una es vivir desde nuestra propia responsabilidad de lo que ocurre y la otra es vivir echándole la culpa al otro. En psicología, esto se conoce como locus de control interno o externo.
Cuando responsabilizas a alguien más de generar cambios en tu vida, el locus de control es externo; por lo tanto, no es que los cambios no lleguen, sino que se demoran más en hacerlo porque no depende de ti. En cambio, cuando asumes un locus de control interno, vas por la vida comprendiendo que tus pensamientos, emociones y acciones te pertenecen.
Esto te ayudará a entender que si tomas una actitud positiva, quizás lo difícil se haga más llevadero.
2. Proponte hacer más por los otros
La amabilidad es la capacidad que tenemos de hacer pequeñas cosas por otros con la intención de generar un efecto positivo en la vida de los demás. Una investigación encontró que las personas que realizaron un acto amable por otros, al menos cinco veces a la semana por seis semanas consecutivas, reportaron mayores niveles de bienestar emocional al final del estudio.
Esta es una lista de actos de amabilidad tan necesarios en estos tiempos:
- Ayuda a una persona de bajos recursos.
- Ofrece ayuda como mentor a quien lo necesite.
- Dona libros que no leerás.
- Escribe una nota de agradecimiento.
- Escucha a alguien que necesite desahogarse.
- Rescata a un animal.
- Cuida a los hijos de alguien cercano.
- Sonríe a alguien que no conozcas.
- Ayuda a una amiga en su búsqueda de trabajo.
- Planta un árbol.
- Haz voluntariado en algo que te apasione.
Lo importante de practicar la amabilidad para el bienestar emocional es recordar que el efecto lo sentirás a largo plazo al saber que has ayudado a otros, bien sea en la comunidad, en el mundo animal o en el planeta.
3. Anota las cosas positivas de tu vida
Hacer consciencia de las cosas que sí tienes en un mundo donde domina la narrativa de la escasez es más difícil de lo que creemos; sin embargo, enfocarte en los aspectos positivos de tu vida no solo te hará valorar más lo que tienes, sino que te hará una persona más consciente y ampliará tu perspectiva en medio de la dificultad.
¿Conoces de alguien a quien le haga bien tener una actitud quejumbrosa? Por esa razón, la gratitud es un punto clave cuando se trata de preservar el bienestar emocional.
4. Saborea un día de serenidad
La anhedonia es la ausencia de percibir placer en aquellas actividades que alguna vez nos generaron alegría. En ocasiones, la rutina nos hacer sentir que las cosas no cambian y eso refuerza el pensamiento negativo que tenemos acerca de la vida.
Una de las mejores formas de darnos una sacudida en pro de nuestro bienestar emocional es hacer algo que nos genere un sentimiento positivo. Al hacerlo, tu cerebro generará endorfinas, también conocidas como la hormona de la alegría. Esto te ayudará a modificar la perspectiva con la que estás viendo las cosas.
5. Cambia tu narrativa
Las palabras son una herramienta poderosa que tenemos para darnos aliento a nosotras mismas y a quienes nos rodean en momentos difíciles. Por ello, palabras extremistas —como “nunca”, “siempre” o “jamás”— develan una actitud pesimista ante la vida; mientras que frases como “algunas veces” o “en ocasiones” abren un espacio para el crecimiento y así, poder mejorar.
Te comparto algunos ejemplos cotidianos para que tú misma puedas sopesar la carga de negatividad que revela la forma en que alguien se expresa:
El bienestar emocional es la fuerza motora que impulsa la toma de decisiones asertivas.
Puedo entender que en ciertos momentos te sientas sin aliento para continuar adelante; pero así, sin darte cuenta, puedes estar construyendo una realidad alejada de una mentalidad saludable. En vista de ello, poder darte cuenta de que estás pasando por un mal momento es vital para redescubrir las estrategias de afrontamiento que te ayudaron en el pasado, e incluir nuevas en tu repertorio.
Si sientes que no puedes sola, recuerda: ¡es de valientes pedir ayuda! Así que si necesitas hablar con un psicólogo, no lo dudes tanto. Buscar asistencia profesional puede ser el primer paso en el camino hacia tu bienestar emocional.
#MujerInspírate
