¡Cambia tu perspectiva!

En tiempos de crisis, la inventiva cobra valor y justo esta trillada palabrita se ha vuelto tendencia en la sociedad actual. Sea económica, social, política o existencial, pareciera que la crisis ha llegado para quedarse y eso no es todo, ya que al parecer esta anda en la búsqueda de cualquier espacio disponible para entrar en nosotros y meterse hasta la médula. Las situaciones agobiantes de nuestra cotidianidad han causado que perdamos la conexión, en primer lugar, con Dios; luego, con nosotros mismos y por ende, con quienes nos rodean. ¿Por qué lo digo?, pues, porque vivimos nuestras vidas de tal manera que nada –por mucho que en realidad sea– parece suficiente. La queja está a la orden del día.

La semana pasada conversaba con un compañero de trabajo sobre una situación desafortunada, una de esas que te toman por sorpresa y donde no ocurre lo que tú esperabas, sino que te toca resolver como puedas, más que buscando ganancias, evitando mayores pérdidas. “Tú eres de las que ve el vaso medio lleno”, me dijo al terminar de conversar sobre el infortunio. Sus palabras me sacaron una sonrisa.

En este transitar llamado vida, enfrentaremos buenos y malos tiempos día a día; esa es una realidad que no podemos cambiar. Si los malos momentos llegan y las cosas no salen como nosotros esperamos, pregunto: ¿de qué vale quejarse y blasfemar?, ¿en qué ayudará el “echarme a morir”? La preocupación y queja solo harán una cosa: hacernos la vida de cuadritos y alargarnos (aún más) ese mal momento, puesto que nunca cambiarán la situación.

Ahora bien, admitamos que no es fácil andar por la vida viendo todo con buen ojo, pero he ahí la importancia de aprovechar esas pequeñas (o grandes) crisis diarias para impulsarnos a crecer. Te confieso que siempre he sido una persona de carácter fuerte y sí, también he dejado que mi boca le dé la bienvenida a la queja ante una u otra situación en particular, pero de esos momentos es que Dios, en su multiforme gracia, se ha valido para darme las mejores lecciones:

  • No pierdas la paz: ¡No te estreses!, ¡suelta el afán!, el estrés y el afán no añadirán horas al día, ni solución a lo que te aqueja.
  • Sé agradecido: Quizás no lo entiendas al momento pero Dios no se equivoca y aunque desees que todo sea diferente, siempre habrá alguien que mataría por estar en tu lugar, por tener lo que tú tienes y no estar viviendo su propia realidad. Nos bastan razones para agradecer a Dios; el simple hecho de seguir respirando es una de ellas.
  • Ríe a carcajadas: ¡Bendito sea Dios por regalarnos la risa!, muy particularmente pienso que no hay mejor manera de hacer catarsis que riendo. No en vano se popularizó el famoso dicho: “al mal tiempo, buena cara”. Cuando le encuentras el lado divertido a la vida, créeme que te ahorrarás unas cuantas úlceras y arrugas. Así que ¡te reto a buscar el lado divertido en tu día a día!
  • Cambia tu carácter: Cuando has aprendido a conservar la paz, controlar tus emociones; ser agradecido y reír para drenar esas emociones negativas, ¡felicidades! Tus “crisis cotidianas” le están permitiendo a Dios sacar lo mejor de ti.

No es fácil, tampoco es cosa de un día; sin embargo, cambiar nuestra perspectiva es cuestión de determinación. Cuando nos permitimos depositar nuestra confianza absoluta en Dios, aprendemos a recibir cada día –y su dosis de afán predeterminada– con el mejor de los ánimos. Así, sin darte cuenta, habrás cambiado la perspectiva de tu realidad.

Y tú, ¿ves el vaso medio vacío o medio lleno? Aprende a disfrutar la mitad de tu vaso…

#MujerInspírate

¿Qué opinas?

Andrea Colina

Comunicadora Social/Periodista. Escribo, luego existo. Amante del buen cine y de los retrogames. Creativa por gracia multiforme.
JESÚS: mi verdad absoluta.

You May Also Like

mujer joven baila mientras sonríe mirando al cielo - quiero bailar con Dios

Quiero bailar con Dios

mujer con las manos sobre su pecho - cómo sanar a tu niño interior

Carta abierta: Cómo sanar a tu niño interior

¿Cómo mantener el bienestar emocional en tiempos difíciles?

Conductas autolesivas, cuando el dolor emocional te lleva a hacerte daño - autolesión

Conductas autolesivas: cuando el dolor emocional te lleva a hacerte daño

error: Content is protected !!