Cinco hábitos que destruyen tu autoestima
En Mujer Inspírate entendemos que cuando gozamos de una mente y corazón sanos, y comprendemos el valor que tenemos, de lo que somos y hacemos, podemos desarrollar un vida de éxitos sin limitaciones. Por eso es que parte de nuestra visión es afianzar la confianza de la mujer, proporcionándote herramientas que te ayuden no solo a ser libre de lo que te hace daño, sino a identificar esos hábitos, conductas o formas de pensar que resultan contraproducentes para tu bienestar.
Se entiende como autoestima a la valoración, generalmente positiva, que tenemos de nosotras mismas. Se trata de un sentimiento valorativo de nuestro conjunto de rasgos corporales, mentales y espirituales que dan forma a nuestra personalidad.
Hoy nos hemos dado a la tarea de presentarte cinco hábitos que muchas de nosotras practicamos –de manera consciente o inconsciente–, que destruyen esa imagen que poseemos de nosotras mismas. Si no los atacas a tiempo, pueden llevarte no solo a perder tu rumbo, sino a ocasionarte desde serios problemas de confianza hasta llevarte a una fuerte depresión, así que ¡presta atención!
La descalificación
“yo no puedo hacer eso”, “yo no estoy en capacidad de…” “Yo no valgo…” ¿Te resultan familiares estas frases? La descalificación no es más que la predisposición que asumimos por causa del temor, ese que nos hace creer (falsamente) que no estamos en capacidad de hacer cosas nuevas y que el fracaso es la regla, cuando no es así. ¡Se trata de temores infundidos! Así que desde ya, disponte a sacar el “yo no” de tu boca.
La dependencia emocional
Este es un grave error en el que muchas personas incurren, verás, cuando nos falta coraje para encarar nuestros conflictos internos de aceptación, solemos avocarnos de una manera insana hacia las personas que nos rodean, –sean familiares, amigos o pareja– en una constante búsqueda de aprobación, reconocimiento o cariño para llenar ese vacío de amor que nosotras mismas no hemos aprendido a darnos. Es aquí donde nacen las relaciones disfuncionales o tóxicas, así que mejor ármate de valor y tómate tiempo para trabajar en tu sanidad interna.
La perfección
Las personas perfeccionistas resultan ser personas insatisfechas con todo lo que hacen. No me malentiendas, no está mal buscar la excelencia en lo que somos y hacemos, pero debes entender que hacer las cosas bien no es sinónimo de perfección. Así que ¡no seas tan dura contigo misma y reconoce tu esfuerzo!, recuerda que nadie es perfecto y nadie hace hace las cosas perfectas, solo Dios.
La comparación
En lo particular, pienso que toda mujer ha luchado con esto alguna vez en la vida. Tendemos a compararnos ¡en todo!, si nuestro cabello no es como el de alguien más, o nuestra piel, o nuestro cuerpo, o si no tenemos el trabajo de alguien más, o su talento, o inclusive, la cartera, el vestido o los zapatos de alguien más. Es necesario que entiendas que tu belleza no radica en parecerte a alguien más, sino en que eres un diseño original, pues, no hay en el mundo nadie más como tú. Así que deja de buscar encajar en otros moldes y abraza tu originalidad.
La recriminación
Pensar solo en tus errores y fracasos te impedirán avanzar y alimentará el temor en tu vida. Es verdad que todos nos equivocamos o hemos fracasado en algo, pero esto no debe ser sinónimo de renuncia, sino de constancia. Lo importante de esto es que aprendas de tus equivocaciones para no volver a cometerlas.
Es hora de poner fin a estos hábitos destructivos que minan la confianza en ti misma y te alejan de tus sueños. Ten en cuenta que la autoestima es algo que debemos cultivar a diario a fin de alcanzar la plenitud de quienes somos como personas.
#MujerInspírate
