Haz de la excelencia tu sello personal
Correr la milla extra es un don que no todos poseen hoy, pues, ante el imperante avance de la tecnología para reducir tiempo y esfuerzo, a veces pareciera que la vida misma la lleváramos de manera automatizada. Digo esto porque he podido observar cómo muchas personas han perdido la pasión por dar más de lo que se les pide, simplemente porque se limitan a cumplir con una serie de tareas asignadas que garantizan una remuneración, pero han olvidado que el trabajo que presentan habla de sí mismos.
Este post no se trata de buscar la aprobación de las demás personas, al contrario, con este post te hago una invitación a evaluar de qué manera estás desarrollando lo que te propones, desde tu trabajo y proyectos hasta tu rol de esposa, hija, madre y amiga. ¿Haces las cosas solo por cumplir? A eso es lo que llamo, “vivir de manera automatizada”, pues, así funcionan los avances tecnológicos, cumplir con un requerimiento de manera robótica, sin más ni menos que aportar, sin pasión ni entrega.
No te confundas, no estoy en contra de la automatización de procesos. Lo que me aterra de este asunto es la ligereza con la que muchos llevamos nuestra vida, enfocados en producir más en cantidad que en calidad, y esto aplica a todas las áreas, cada vez es más difícil encontrar empleados con verdadera vocación de servicio, amistades dispuestas a invertir su tiempo en escuchar más que hablar, padres abnegados por el bienestar de sus hijos, relaciones de pareja donde cada quien no busque solo sus propios intereses, y así, pare de contar…
Esta realidad se ha extendido más aún. Muchas de las pocas personas que aún dan lo mejor de sí en cada cosa que desempeñan, están siendo subestimadas. Pues, muchos están tan absortos en cumplir con todos sus deberes de manera automatizada, que se ha desvanecido ante sus ojos el valor de aquel que da la milla extra; aquel que no busca reconocimiento, solo hacer todo lo que está a su alcance de la mejor manera posible.
Dale un alto a la automatización y toma el control manual de tu vida una vez más. Mira a tu alrededor y descubre cuántas personas, de manera alegre y desinteresada, están invirtiendo un esfuerzo extra que te beneficia, desde tu familia y amigos hasta compañeros de trabajo. Estas personas que de manera voluntaria hacen más de lo que pedimos o requerimos de ellos son verdaderas bendiciones que muchas veces no valoramos. Y más importante aún, conviértete tú en una persona caracterizada por su esfuerzo y excelencia en todas las áreas de tu vida; esa, mi querida amiga, es una de las mejores formas de servir a otros.
“Y todo lo que hagan, háganlo de corazón, como si fuera para el Señor y no para la gente”. Colosenses 3:23
#MujerInspírate
