¡Atrévete a ser feliz! El día es hoy
Si cada día al despertar nos arreglamos para salir; entonces, ¿por qué no nos arreglamos también el corazón?… Es así. En infinidad de ocasiones las mujeres hemos sido tildadas como “el sexo complicado”, y en este punto en particular he empezado a meditar en el sentido que cobra esa etiqueta cuando pienso en el sinnúmero de razones que interponemos entre nosotras y nuestra felicidad.
Sea respecto a nuestro físico, vida social, trabajo, pareja, familia o cualquier otra área en la que consideramos que tenemos una falta por cubrir, frases como el “si pudiera”, “si fuera”, “si tuviera” o “¿qué hubiese sido si…?” están a la orden del día para condicionar nuestra felicidad; hasta el punto que muchas mujeres, cuando ven que realmente TODO marcha de maravilla en sus vidas, se auto sabotean al buscar dar vida a una nueva crisis personal, o peor aún, no se permiten ser plenamente felices y esperan a que todo acabe en cualquier momento, alegando que su estado “es demasiado perfecto para ser verdad”.
Este tipo de actitudes solo evidencian una cosa: nuestro corazón necesita ser arreglado y restaurado conforme a lo verdaderamente valedero, pero para esto, mi querida amiga, necesitas tener el deseo de cambiar tu condición actual y determinarte a encaminarte hacia lo que Dios ha dicho de ti. De esta manera puedes empezar:
Ámate genuinamente
Por más que lo intentes, jamás podrás amar a otros si antes no tienes amor propio. Amarte es mirarte al espejo con todas esas imperfecciones, con todos esos defectos tanto a nivel físico como de carácter, y aun así saber plenamente que eres valiosa, porque te reconoces como un ser perfectamente imperfecto.
Parte del amor a ti misma también radica en cultivar tu área espiritual, puesto que has sido creada a imagen y semejanza ¡del Dios mismo! Cuando entiendes esto, es entonces cuando comprendes a plenitud que tu imperfección es la materia prima de Dios para sacar lo mejor de ti, y es cuando lo que antes te agobiaba, cobra belleza ante tus ojos. ¿Por qué? porque esa la certeza de Dios trabajando en tu vida. No olvides que Él no se equivoca y te ama tal y como eres, y porque te ama así, es que se perfecciona en ti a través de tus debilidades y fallas.
Olvida el pasado
No hay peor ancla en nuestra vida que la falta de perdón hacia ti misma por lo que alguna vez hiciste o fuiste y hacia quienes alguna vez te hicieron daño. Perdonar es un acto de valientes, donde la mejor retribución es pagar el mal con amor, como lo hace Dios contigo cuando te arrepientes ante Él. Recuerda que no se trata de los demás, se trata de ti, y solo perdonando y dejando atrás el pasado es que podrás liberarte genuinamente del dolor y avanzar hacia el futuro prometedor que Dios ha preparado para ti.
Suelta el temor
No está mal temer a la posibilidad de volver a ser herida, el problema surge cuando ese temor te paraliza y te impide avanzar hacia tu meta y sueños. Es aquí donde debes ejercitar tu confianza en Dios, Él ha dicho que para quienes le aman, TODAS las cosas son para bien, para los llamados conforme a su propósito. Así que ¡ten paz! que Él guarda tu corazón. Quizás esto no te exime de las aflicciones o situaciones adversas, pero si pasa, de seguro Él estará allí para levantarte, para reconfortarte y para enseñarte que TODO lo que permite en tu vida es para perfeccionar tu carácter y fortalecerte en Él.
Sé Agradecida
Cuando apartas el negativismo y la queja de tu vida, el agradecimiento empieza a emanar de ti de manera natural. ¿Por qué? Porque cuando has aprendido a amarte genuinamente, a soltar el pasado y a perdonar, cuando has vencido al temor y has aprendido a poner tu confianza absoluta en Dios, es entonces que empiezas a ver tu vida desde otra perspectiva; entonces entenderás que no caminas y respiras en este mundo por mera casualidad, sino que has sido destinada para cosas grandes, para triunfar y para ser un factor de cambio entre aquellos que te rodean.
El agradecimiento es tu arma más poderosa, porque es la manera de decirle a Dios cada mañana: ¡Gracias por lo que has hecho de mí, por hacerme verdaderamente feliz con lo que tengo y con lo que soy!
#MujerInspírate
