Tips para dar forma a ese sueño que deseas emprender

Si hay algo que me caracteriza, es que me encanta plasmar en mis coloridas e inspiradoras libretas –el que me conozca, puede certificarlo– cada sueño, visión, o idea loca que se me ocurre al momento; simple y llanamente porque de ese gran todo puedo ir tomando y definiendo lo que deseo implementar para mis proyectos, analizar lo que quizás puede funcionar o no, lo que es rentable o no, y lo mejor de todo, puedo reciclar ideas que quizás no cumplían con lo que necesitaba al momento en que se me ocurrieron, pero que encajan a la perfección para algo más.

Por esa razón, hoy quiero brindarte una serie de tips sencillos y de fácil aplicación que me han caído como anillo al dedo para ir dándole forma a mi emprendimiento un paso a la vez. ¡Empecemos!:

1. Escríbelo TODO. ¡Pues claro! Era de suponerse que este fuera el primer tip, no solo por lo que dije en la entrada de este post, sino que en momentos de debilidad o cuando sientas querer renunciar, podrás volver a esa pequeña libreta y revivir esa inspiración y deseos iniciales que te empujaron a dar esos pasos de fe por ver materializado lo que tanto sueñas.
2. Describe lo que anhelas. Quizás tus ojos no vean nada materializado aún, pero al plasmar tu visión en papel, descríbela como si tus ojos lo estuviesen viendo, es decir, como si ya fuera un hecho. Visualizar te ayudará a definir exactamente lo que deseas alcanzar, además, estarás ejerciendo la fe al llamar lo que no es como si fuese.
3. Planifica. Si bien no tenemos el control de todo lo que sucede, planificar es el primer paso que nos ayudará a minimizar riesgos a la hora de ejecutar nuestros sueños.
4. Establece metas reales. Aunque tener fe es lo principal, necesitamos aprender a ser objetivas con nosotras mismas, así que no establezcas metas inalcanzables en poco tiempo. Para ello, plantéate metas a corto, mediano y largo plazo; porque las metas de corto plazo son esos pequeños escalones que, por más simples que parezcan, son los que consolidarán el piso para el futuro de tu emprendimiento.
5. Ejecuta. Este es el punto más importante, porque ¿de qué vale soñar, escribir, visualizar, planificar, y no tomar acción? Para proceder, deberás armarte de mucho valor, determinación, constancia y fe. Eso sí, sin importar cuán duro se torne el proceso, ¡no desistas y mantente avanzando!, así sea a paso lento –pero seguro–; porque a la hora de emprender, detenerte equivale a retroceder.

«Todo el mundo ha sido hecho para un trabajo particular, y el deseo para ese trabajo ha sido puesto en cada corazón», Rumi.

#MujerInspírate

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