Deja que tu fe alcance tus sueños
Bethany Hamilton es una reconocida surfista profesional que recientemente venció a la seis veces campeona del mundo en el Fiji Pro. Lo increíble de su historia es cómo su aparente debilidad se ha convertido en su principal fortaleza.
La historia de su superación personal empieza en 2003, a los 13 años edad, cuando un tiburón tigre de cuatro metros y medio le arrancó el brazo izquierdo mientras surfeaba. Estuvo a punto de morir desangrada, pero milagrosamente llegó viva al hospital.
Desde joven, el surf era su pasión. Pero todo eso cambió a raíz del accidente, ¿cómo podría hacer realidad sus sueños de surfista con solo un brazo?, más que eso, ¿cómo podría llevar una vida normal? Estas constantes interrogantes llevaron a Bethany a sufrir de una profunda depresión. Pero su historia apenas empezaba…
“Mis planes de ser una surfista profesional recibieron un duro golpe esa mañana de Halloween. Fue como mi tsunami personal”, comparte Bethany.
A pesar del largo y difícil camino que le esperaba, la familia de Bethany se dispuso a ayudarla a retomar su vida, siempre apoyados en su fe. “Cristo lo significa todo”, asegura.
Bethany manipuló su tabla para hacerla más gruesa y menos inestable, aunque con ello empeorara su manejabilidad, además, tuvo que aprender nuevas técnicas. A las tres semanas de dejar el hospital ya estaba surfeando de nuevo. Un año después del accidente ganó un campeonato nacional. En 2009 fue la número dos del mundo en categoría junior. Y ahora ha demostrado que con solo un brazo puede codearse entre las mejores del mundo. “He trabajado muy duro desde entonces y ahora estoy compitiendo con las mejores surfistas del mundo”, comenta.
Hoy, Bethany ha logrado lo imposible para muchos: ha eliminado a la líder del mundial de surf por seis veces consecutivas en el Fiji Pro, evento en el que participaba como invitada. Una vez más, su nombre le da vuelta al mundo, haciendo historia.
Una fe que supera obstáculos
Actualmente, tanto los temores como las barreras de Bethany se han desvanecido. Todo gracias a su fe en Dios, como lo explica en su blog personal. “Creo en Dios, nadie me ha obligado a ello y creo que nadie puede ni debería intentar forzar a alguien a creer. Poner tu fe en Dios es algo a lo que cada persona tiene que llegar por sí misma”.
De su experiencia y conversaciones con mucha gente a lo largo de los últimos años, Bethany saca la conclusión que “mucha gente no piensa en este tipo de cosas hasta que les pasa algo realmente terrible, o como en el caso de mis padres, hasta que se hacen mayores. Pero recuerdo haber puesto mi confianza en Jesús cuando era un niña”.
“Cuando la gente me pregunta sobre lo que mi fe en Cristo significa, respondo: «Todo». Y esto era una realidad tanto antes del ataque del tiburón como después. Creo realmente que esta fe es una gran parte de lo que me ha conseguido superarlo”.
Ella explica el alivio que representa “el poder poner tu confianza en Dios y quitarte las cargas de encima”.
“Para mí, saber que Dios me ama y que tiene un plan para mi vida que ningún tiburón puede quitarme ni ningún resultado deportivo puede cambiar, es como tener una roca sólida debajo de mí”.
Ella añade que «situaciones difíciles pueden sucederle a cualquier persona. Esto es la vida. Y este es mi consejo: no pongas todas tus esperanzas y tu fe en algo que fácilmente podría desaparecer de golpe. Sinceramente, esto puede ser casi cualquier cosa”.
Además de sus logros profesionales, su historia de vida ha servido para inspirar a muchos a través de la pantalla grande, cuando su testimonio fue llevado al cine bajo el título de Soul Surfer. Actualmente Bethany está felizmente casada y es madre de un niño que recién cumplió su primer año.
“Lo único que no te fallará nunca es Dios y tu fe en Él. Sólo puedo decir que Él me da una base realmente fuerte para todo lo que hago en mi vida”.
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