Cinco cosas que no pueden faltar en tus celebraciones navideñas
Con el transcurrir del tiempo, la navidad se ha convertido en una fecha emblemática más por su impacto comercial y publicitario que por el significado mismo que encierra. Aunque muchos conocemos la historia de cómo Jesús fue enviado por Dios al mundo, –y el gran significado de celebración y vida que este maravilloso hecho implica– la realidad es que la mayoría de las personas dejan de lado el encuentro espiritual y la esencia misma de la natividad.
Hoy, en Mujer Inspírate, nos hemos propuesto volver a esas hermosas raíces de la celebración navideña desde su más puro significado: El nacimiento del Salvador. Un día como hoy, un rey fue dado al mundo para traer vida, reconciliación, perdón y amor, así que ¿qué mejor manera hay de honrar a ese precioso Dios que nunca nos abandona que practicando el perdón, el amor y la reconciliación? Ahora bien, con esto no digo que está mal ocuparse de los detalles, regalos navideños, compras y demás, ¡Para nada! Pero no te confundas querida amiga, el reto de hoy es que todas estas cosas no opaquen el verdadero sentido de la navidad en tu vida. Por esto, te presentamos cinco cosas que no pueden faltar este (y todos los años) en tus celebraciones navideñas:
- Agradecimiento. Motivos sobran para agradecer primeramente a Dios por todo lo que te ha permitido vivir a lo largo del año, por cada éxito y por cada fracaso que te ha hecho crecer y madurar. Asimismo, incluye el agradecimiento en tu día a día, recuérdale a tu familia, a tus padres, a tus hijos y amigos que, más allá de sus defectos, hacen de ti una mejor persona cada día.
- Perdón. Perdonar no es un sentimiento, es una decisión de soltar las cosas dolorosas que pasaron y avanzar hacia un futuro prometedor. Jesús nació para mostrarnos el perdón a través del amor, así que si Él nos ha perdonado todo lo que hemos sido, todos los errores que hemos cometido y todos los que cometeremos, entonces ¿qué argumento válido nos queda para resistirnos a perdonar? Cuando te resistes al perdón contaminas tu alma de resentimiento. En cambio, cuando perdonas ¡te liberas!, pues, empieza la verdadera sanidad de tu corazón.
- Reconciliación. ¿Cómo podemos celebrar la navidad entre familiares y amigos cuando tenemos “asuntos pendientes” con alguien más? A menudo veo como familias enteras se reúnen bajo un mismo techo, pero de corazón viven alejados. Nadie dijo que sería fácil, pero en definitiva es solo de valientes dar ese primer paso para restaurar esa relación que una vez se deterioró, ¡cuán hermoso es poder celebrar genuinamente, todos, en armonía! Así que vístete de valentía y atrévete a traer la reconciliación a los tuyos.
- Solidaridad. En tiempos navideños, son muchas las personas que silenciosamente sufren por diversos motivos: muchos se encuentran alejados de su familia, otros enfrentan la pérdida de un ser querido, otros se encuentran solos y otros más no tienen siquiera un techo o un plato de comida que llevarse a la boca. Navidad también es tiempo de tenderle la mano a quien lo necesita de manera desinteresada. No dejes de invitar a ese familiar, amigo o vecino que se encuentra solo a pasar un tiempo ameno a tu lado, ni dejes de consolar y abrigar a aquel que está afligido y hambriento, ¡esa es la mejor manera de practicar el amor!
- Fe. La fe es la certeza de lo que esperamos, esa convicción del corazón en aquello que no vemos. ¿Qué mejor manera de celebrar nuestra navidad que elevando una oración a Dios, en familia, por todas las bendiciones que nos aguardan? Navidad es declarar nuevamente a Jesús en nuestros corazones, que habitamos bajo sus promesas de amor y un recordatorio familiar de que en sus manos, está escrito nuestro mejor futuro.
¡Ese es el reto para este año! Si bien es cierto que estos cinco aspectos debemos ejercitarlos diariamente, ¿qué mejor manera de empezar a hacerlo que en Navidad, cuando todo comenzó? Te aseguro que de esta manera, no solo la alegría genuina reinará en tu hogar, sino que experimentarás las mejores navidades de tu vida.
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