Entre el trabajo, los estudios, las responsabilidades del hogar, la maternidad, o sea cual fuere el rol que desempeñas, solemos estar sometidas a altos niveles de presión que terminan disparando nuestros niveles de estrés y ansiedad. Lo siguiente que pasa es que nos encontramos mordiéndonos las uñas, comiendo lo primero que encontramos al paso, o bien, pagando nuestro mal humor con quien primero se cruce (cualquier parecido con la realidad, ...