Tiempo de cambios

Los cambios forman parte de esas cosas ineludibles de la vida –como el crecer o madurar–, y aunque se lea fácil o escuche emocionante, todo cambio amerita esfuerzos, sacrificios, adaptación y el cierre de ciclos.

Si bien los cambios nos mantienen en constante movimiento, debemos admitir que la resistencia al mismo es algo que siempre tendremos que enfrentar. Pero, ¿cuál es la razón de esa resistencia? ¡Simple!, la incertidumbre.

Pareciera que nada importara hasta el momento de dar el paso, es entonces cuando se nos olvidan las maravillosas oportunidades y el crecimiento que el cambio puede ofrecernos; seamos honestas: ¿a quién le agrada salir de esa comodidad por la que tanto se lucha para sumergirse en la inestabilidad que implica todo nuevo comienzo?

Aunque te cueste creerlo, esa comodidad es el indicio de que necesitas un cambio. Verás, después de la comodidad, llega la rutina –sea en el área laboral, académica, espiritual o personal–, ¡es sencillo!, cuando la comodidad llega es porque has dejado de luchar, pues, has alcanzado el peldaño, o bien, el conformismo te arropó; es entonces cuando dejamos de avanzar.

Salir de la comodidad y del conformismo no es tarea fácil, esto representa una lucha en la que tendrás que encarar tus temores y lo incierto del porvenir, pero sin duda alguna, es algo que necesitas hacer. Quizás ganas bien es ese trabajo, pero, ¿qué pasó con tus sueños de emprender tu propio negocio? Tal vez sueñas con un hombre que te ame por quien eres, pero sigues ahí, al lado de quien solo te provee estabilidad financiera…

Nada extraordinario sucederá si no tomas riesgos, pero antes de tomarlos, debe comprometerte contigo misma a no negociar tus sueños. Si algo he aprendido de la vida es que lo bueno se hace esperar –por trillado que suene– pero cada paso que das te encamina hacia el destino que Dios ha preparado para ti, así que no es tiempo de conformismo, ¡sino de pisar fuerte!

¿A qué le temes?, la respuesta a esta interrogante es lo único que te detiene. No importa cuán abrumador o doloroso pueda ser ese cambio que necesitas hacer, ¿sabes algo?, cuando caminas de la mano de Dios, tu futuro está más que garantizado. Quizás no llegues a la meta por la ruta que trazaste, ni en el tiempo que lo previste, pero si permaneces firme en tus pasos y paciente en los tiempos sin comprometer tu visión, puedo asegurarte que alcanzarás tu objetivo.

«Yo soy quien te manda que tengas valor y firmeza. No tengas miedo ni te desanimes porque yo, tu Señor y Dios, estaré contigo dondequiera que vayas» Josué 1:9 (DHH).

Es tiempo de abrir tus brazos al cambio. ¡No temas cerrar ciclos!, eso también es parte del camino. Disponte a aprender con humildad de cada etapa que vivas, después de todo, si Dios camina contigo, ¿qué podría salir mal?

«Yo sé los planes que tengo para ustedes, planes para su bienestar y no para su mal, a fin de darles un futuro lleno de esperanza. Yo, el Señor, lo afirmo» Jeremías 29:11 (DHH).

#MujerInspírate

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Andrea Colina

Comunicadora Social/Periodista. Escribo, luego existo. Amante del buen cine y de los retrogames. Creativa por gracia multiforme.
JESÚS: mi verdad absoluta.

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