Satisfecha ante todo

Si prestas un poco de atención, notarás cómo la sociedad en la que vivimos nos adentra constantemente en una cultura de insatisfacción, donde nada es suficiente, donde siempre hay algo más; esta cultura nos empuja siempre hacia “algo mejor”, y nos lleva a subestimar el presente. ¿No me crees? Medita en esto: no importa la cantidad de prendas que tengas en tu armario, siempre sentirás que necesitas estar a la moda; si tienes un auto modesto, ahora buscas uno mejor y más moderno; si vives en un apartamento, ahora requieres uno más grande o mejor; si estás soltera, necesitas estar casada; si estás casada, necesitas tener hijos, y así sucesivamente…

No está mal visionar y trabajar por obtener lo que deseamos y soñamos, sin embargo, el gran problema de esta cultura de insatisfacción es que basa el éxito personal en ese tipo de variables. Seamos honestas, ¿a cuántas mujeres conocemos (incluyéndonos) que se sienten completamente satisfechas y en paz con su cuerpo, con su peso, con su estilo, con su trabajo, con su familia, con su pareja, con sus proyectos y con el resto de su entorno? No muchas; es por esto que la insatisfacción es la orden del día.

Encontrar a una mujer plenamente satisfecha es algo único. Ella se caracteriza por la esencia de su ser. Ella deja su aroma donde quiera que va con su sola presencia porque la paz, la seguridad, y serenidad la acompañan; es así como todos pueden respirar cuán genuino es en ella el sentimiento de satisfacción hacia la vida. No se trata de lo que posee o del reconocimiento que obtiene de los demás, se trata de lo que ella sabe que es y la actitud con la cual ha decidido vivir.

Hace tiempo compartí en mis redes sociales una frase que dice así:

“Ser infeliz es una costumbre; ser feliz, también. La elección es tuya”.

Justo en esto radica el secreto: necesitamos enseñarnos a vivir una vida de contentamiento con lo que somos y tenemos, y eso es una decisión que solo tú puedes tomar.

Hay un dicho muy popular que dice: “nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde”; esta es una frase certera y un tanto triste. Ahora pregúntate: ¿es necesario que pierdas tu trabajo para que entiendas cuán valioso era y dejes de quejarte por la presión que experimentas a diario?, ¿es necesario que tu salud se vea afectada hasta tal punto que tu corazón empiece a anhelar solo un cuerpo sano más que un cuerpo perfecto estéticamente? ¿Es necesario que algún familiar muera para valorar realmente lo que significaba para ti por encima de los problemas?

El orgullo, la ambición, la queja constante, el rencor, la falta de perdón, la ingratitud y toda actitud negativa solo te llevará a vivir en la senda de la insatisfacción constante. En tus manos está la decisión de ser feliz empezando a valorar lo que te rodea, así entenderás cuán bendita eres por el simple hecho de poder levantarte y respirar cada día; al fin y al cabo, la verdadera felicidad no es una meta, sino un trayecto. Haz de tu vida ese trayecto.

#MujerInspírate

 

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Melina Vélez

Melina Vélez es comunicadora social, presentadora de radio, escritora, productora de Marketing Digital y directora creativa de Mujer Inspírate. Melina es una soñadora imparable, esposa de Ángel Galeano y mamá de Napoleón, su hijo perruno.

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