Determínate

Enero llegó. El mes donde el mundo entero se mira al espejo y se repite de continuo una frase: “esta vez sí…” “Esta vez sí voy a rebajar», «esta vez sí voy a encontrar pareja», «esta vez sí monto mi negocio…” Parece mentira, pero si indagamos entre esa lista de resoluciones de año nuevo, encontraremos unas cuantas resoluciones recicladas. Algunas del año pasado, otras de unos tantos más atrás. Pero, ¿por qué sucede eso?, y ¿qué está gritando este hecho sobre nuestro carácter?

No digo que anteriormente no te hayas esforzado, pero si de continuo tienes “objetivos reciclados” entre tu lista de resoluciones, probablemente sea porque luego de pasada la fiebre de año nuevo, perdiste la emoción y la visión, y eso, mi querida amiga, se llama falta de determinación.

La R.A.E define la determinación como “la acción y efecto de determinar o determinarse”, que no es más que “decidirse a hacer algo”.

Aunado a ello, encontramos una segunda concepción de la palabra que dice “osadía, valor”. Interesante, ¿no? Porque justamente el acto de establecer, señalar, o fijar una meta inamovible y trabajar en ella durante los 365 días del año, es algo que amerita valor.

Verás, la determinación va de la mano con la constancia. Sí, la distracción va a llegar; las adversidades, las limitaciones, las posibles desviaciones y un sinfín de circunstancias te harán frente durante la travesía, pero nada de esto detiene a una persona determinada, pues, su visión es inalterable y ha decidido no desviarse del propósito. Como verás, es una cuestión más de carácter que de emociones.

Mis consejos para que cada día afirmes la determinación hacia todo lo que te propongas como parte de tu carácter, son los siguientes:

1. Sueña menos y visualiza más. Un sueño es algo que anhelamos, pero sigue siendo irreal; en cambio, visualizar es mirar con los ojos de la fe hacia un futuro tangible.
2. Plasma la visión. ¡Nada de hacer listas para luego engavetarlas! Mejor plasma tus metas en un lugar que a diario veas o frecuentes, a manera de recordatorio. Recuerda, se trata de un compromiso contigo misma.
3. Planifica. Traza un rumbo; lábrate un camino de llegada hacia tu objetivo.
4. Rodéate de agentes motivadores. ¡Todo aplica!, sean personas, imágenes, libros, cuentas en redes sociales; lo que se te ocurra que te mantenga motivada ¡es totalmente válido!
5. Ante todo, no desistas. En los momentos más duros y de aparente estancamiento o poco avance, ¡mantente firme! Recuerda que la fe es vital para alcanzar los objetivos, y la fe también es puesta a prueba para así saber cuál es su naturaleza.
6. Pon tus objetivos en manos de Dios. Los planes que Dios tiene para nosotros jamás superarán los planes que trazamos por nuestra propia cuenta, así que procura alinear tus objetivos a la perfecta voluntad de Dios si quieres ver su respaldo.

Un nuevo año son 365 páginas en blanco ideales para comenzar; queda de tu parte determinarte incondicionalmente a alcanzar tus objetivos.

#MujerInspírate

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