Descubre cómo la crítica afecta tu relación de pareja
A ver… seamos honestas: Decir lo malo acerca de alguien es dos veces más fácil que decir lo positivo, sobre todo cuando estamos en medio de una situación frustrante. Ahora, hagámonos la siguiente pregunta: ¿será que esos comentarios negativos nos acercan o nos alejan de las personas? Cuando esto ocurre de continuo, lo más probable es que esa persona termine distanciándose física y emocionalmente porque la crítica es una forma de ataque a su autoestima.
La crítica suele darse en palabras descalificadoras, generalizadas y sus consecuencias en la relación pueden resultar irremediables. Te doy tres ejemplos: “¡Vives como una reina! No entiendo de qué te quejas”; “nunca haces nada en la casa; todo me toca a mí”; “¡ni hacer la tarea con los niños se te da bien!”…
Cuando las personas están enganchadas a un patrón negativo de comunicación donde uno de los dos es siempre el culpable –como se aprecia en los ejemplos que antes mencioné–, la relación suele deteriorarse con rapidez.
Mientras más crítica exista, habrá menos intimidad y satisfacción en la relación de pareja.
El antídoto de la crítica
De acuerdo al experto en relaciones de parejas, John Gottman, existen varias estrategias que las personas pueden poner en práctica para cambiar estos patrones de interacción:
1. Comunicar cómo nos hace sentir la situación: ¿De qué forma? Cuenta hasta tres y explícale a tu pareja qué emoción estas sintiendo: rabia, frustración, soledad, tristeza, melancolía, abandono, contrariedad, indignación, miedo, pánico, prepotencia, temor, entre otras emociones. Por ejemplo: “Me siento sola atendiendo la cocina al llegar a casa” o “me siento frustrada cuando no avisas que no vas a llegar temprano”.
Cuando incorporamos la emoción que experimentamos, evitamos “echarle la culpa” al otro y asumimos que la situación es resoluble.
2. Entender que es la situación en sí, no la persona, lo que incomoda y causa molestia: Si podemos identificar la situación que genera malestar junto a la emoción que corresponda, es más viable invitar al diálogo para resolverla. Por ejemplo: “Siento que te molesta hablar o pasar tiempo con mi mamá, ¿qué podemos hacer para mejorarlo?”, o “desde que nacieron los niños me siento lejos de ti, ¿crees que podamos tener una cita, como en los viejos tiempos?”.
En conclusión, vivir en pareja es un proceso de aprendizaje; sobre todo en los malos momentos. Pensar dos veces antes de hablar es una técnica infalible cuando estamos aprendiendo nuevos patrones de comunicación. De esa forma, se hace consciente la emoción que se está experimentando y nos permitimos la identificación de la situación que está generando malestar.
Anímate a practicar estas estrategias para fortalecer tu relación de pareja y cerrar las puertas a los daños que ocasiona la crítica.
#MujerInspírate
