¿Cuándo debo ir al psicólogo?
“Me siento muy mal, no sé qué hacer”, “esto me está destruyendo”, “siento que no soy capaz de continuar”. Estas frases son solo algunas de aquellas que expresamos cuando nos encontramos ante situaciones muy dolorosas y que sentimos que se salen de nuestro control. Muchos son los momentos de nuestra vida que nos llevan a estados emocionales negativos que impiden nuestro bienestar.
Ir al psicólogo por primera vez puede ser algo que nos cause vergüenza ya que –a nivel social– se ha considerado que ir a un consultorio psicológico es reprochable. Este es considerado el lugar a donde van “los locos” o “los incapaces” y a nadie le gusta sentir que “está loco” o está perdiendo el control de su vida. Estos prejuicios sociales han alimentado de forma negativa la imagen que tiene el psicólogo, convirtiéndolos en personas que, para muchos, se aprovechan de la inestabilidad emocional y la economía de los más necesitados.
Tristemente en algunos casos, estos prejuicios son reales. Muchos son los llamados “profesionales de la psicología” que han ejercido esta hermosa carrera de manera irresponsable y poco ética, alimentando la mala imagen de este quehacer. Sin embargo, también es importante reconocer que son más aquellos que hacen un trabajo responsable y con convicción por el bienestar mental y emocional de otros.
Dicho esto, entonces, ¿cuándo es el momento de ir por primera vez o de iniciar un proceso psicoterapéutico?
El primer paso es reconocer que no podemos solucionar solos ese problema que tanto nos aqueja.
Esto es admitir que aunque hayamos recurrido a los consejos de nuestro mejor amigo(a) o a los de algún familiar de confianza, la situación angustiosa que vivimos sigue afectando nuestra calidad de vida.
A continuación, mencionaré otras razones importantes para buscar ayuda psicológica:
- Manifestar estrategias de afrontamiento inadecuadas: No siempre es necesario ir a psicoterapia cuando se tienen problemas; pero si reconoces que la forma cómo has venido tratando esos problemas no ha sido la mejor y no has podido resolverlos sola, estos espacios con el psicólogo(a) son la oportunidad de encontrar nuevas estrategias que posibiliten mejores resultados. El psicoterapeuta, en este caso, es un canal; una guía para identificar en nosotros mismos estas estrategias –o modificar las antiguas– y así lograr la solución que tanto deseamos.
- Experimentar emociones negativas recurrentes: Al inicio mencionaba que las emociones negativas impiden nuestro bienestar. Estas, son aquellas que poco a poco –de forma muy silenciosa– van afectando profundamente nuestra salud física y mental. Si sientes que desde hace algún tiempo no puedes conciliar el sueño y durante el día te sientes agotada o cansada; sientes que tu apetito aumenta desmesuradamente o, por el contrario, disminuye rápidamente; si te aíslas de las reuniones familiares, ya no disfrutas de la compañía de tus amigas y ya no realizas aquellas actividades que te daban alegría; ¡ALERTA! Estás en presencia de síntomas de un posible trastorno del estado de ánimo. En este punto es cuando más necesario se hace acudir al psicólogo.
- El deseo de conocerse mejor a sí misma: A veces vamos por la vida sin preguntarnos por nuestra propia existencia. Un proceso psicoterapéutico es una forma maravillosa para auto-conocernos y encontrar respuestas a tantas inquietudes de nuestra vida actual o de sanar historias pasadas que nos han lastimado. No es casualidad que te comportes de la manera cómo lo haces, que tengas gustos particulares o que haya en tu familia una historia que siempre se repite (pérdidas, enfermedades, conflictos…). ¡ROMPE con esos destinos que no te corresponden! Marca una nueva pauta en tu vida y deja de repetir sucesos del pasado.
Quiero resaltar la importancia de saber que no estamos solas. Siempre tenemos a alguien a nuestro alrededor que puede ayudarnos en momentos difíciles. Acude a ellos, no te aísles ni te retraigas del mundo. Busca ayuda y verás que hay un camino y una solución a todos los problemas y obstáculos de la vida; solo debes poner de tu parte para iniciar el cambio.
De nada vale ir al psicólogo si no te sientes en la capacidad de moverte de tu zona de confort.
Por último, es importante aclarar que los psicólogos no damos consejos ni soluciones mágicas, más bien brindamos nuevos caminos de vida y bienestar, pero tú eres la que debe responsabilizarte de tu propio proceso de transformación.
Escrito por Estéfany Cardona. Psicóloga de profesión, amante de los animales y defensora de la libertad del sí mismo. Desde hace 3 años trabaja en colegios ayudando a niños, adolescentes y a sus familias a aprender nuevas formas de comunicación y convivencia familiar. Estéfany ha dedicado su trabajo a promover la responsabilidad emocional y la toma de decisiones asertivas desde la psicoterapia individual y familiar.
#MujerInspírate