¿Cómo los celos afectan la seguridad en ti misma?
Sentir que nuestra relación se ve amenazada por otra persona suele responder a la ausencia de la confianza en nosotras mismas y en nuestra pareja; desde este punto parten los celos. Cuando atiendo a una pareja con este problema, hay algo que siempre les recuerdo:
El problema no es la emoción –los celos– en sí; el problema es la intensidad y la frecuencia con la que se experimenta dicha emoción.
Es importante tener en cuenta que los celos tienen como emoción base el miedo al rechazo o al abandono. Al hablar de “emoción base”, me refiero a procesos internos e inconscientes que gobiernan tus acciones.
Pero, ¿qué tiene que ver la seguridad en ti misma con los celos?
Para responder a la interrogante, empecemos por aclarar que la autoestima –la forma en que nos definimos ante los otros al reconocer nuestras fortalezas y debilidades– se forma durante la infancia y se consolida en la adolescencia.
Mientras crecemos, nuestros padres y amigos van verbalizando percepciones y juicios de valor acerca de quiénes somos. Estas palabras se internalizan, es decir, las asumimos como verdades inequívocas acerca de nosotras mismas; y al internalizarlas, se convierten en un sistema de creencias con el cual juzgamos, entendemos y actuamos ante el mundo.
En el caso de las mujeres con poca seguridad en sí mismas, es común que sientan que no son lo suficientemente buenas, que tiendan a compararse con otras y/o a tener expectativas irreales acerca de cómo deberían ser las relaciones románticas. De esta forma –y sin quererlo– entran en la adultez con ideas erróneas sobre el funcionamiento de las relaciones de pareja.
Ahora bien, experimentamos los celos en nuestras relaciones románticas cuando observamos que nuestra pareja tiene interés en alguien más; por lo que la persona celosa hará lo posible por prevenir perder a la pareja.
Con los celos, suele ocurrir algo que llamo “una profecía autocumplida”. Si los celos son frecuentes, constantes y abrumadores, la otra persona terminará por abandonar la relación. Así es como se cumple la profecía de abandono.
Entonces, ¿cómo solucionar el tema?
Si estás en una relación de pareja, ¡confía! Sin confianza, es difícil que una relación crezca sanamente.
Si tuviste experiencias pasadas de infidelidad, entonces trabaja con tu pareja en función de solidificar la relación, construir una vida juntos y respetar sus individualidades.
Por último, si no estás en una relación de pareja, pero los celos han sido el elemento común por el que tus relaciones no han funcionado; entonces te invitamos a trabajar en tu autoestima y a reevaluar tu sistema de creencias. Al hacerlo aprenderás a amarte a ti misma y podrás entrar en una relación sabiendo que te quedarás –si y solo si– esa persona puede amarte tanto como te amas a ti misma.
#MujerInspírate
