¿Cómo amar a una mujer de la manera correcta?
El amor es un tema que se menciona en infinitas ocasiones. Se habla de él en la música, en el arte, en las películas y en la literatura. Aunque todos hemos oído de este sentimiento y creemos haberlo sentido, lo cierto es que no todos nos hemos enamorado de la manera correcta y, por ende, no sabemos cómo amar.
A partir de este punto te preguntarás si acaso existe una forma correcta de enamorarse; la respuesta es sí. De hecho, el amor no es solo un sentimiento, sino una decisión. Es por subestimar el factor decisivo implícito en el amor que hoy se registran altas tasas de divorcios y/o problemas de pareja; todo porque aquello que atrajo tu mirada un día, se desvaneció con el paso del tiempo.
Al hombre, en lo particular, le encanta mirar. Somos seres visuales y por eso solemos enamorarnos, en primera instancia, de lo que vemos. Sin embargo, este no es un parámetro para amar a una mujer de la manera correcta, ya que lo visual —por ley de vida— cambia, pero lo interior permanece incorruptible ante el pasar de los años.
Por si no lo sabías, se puede amar sin estar enamorado.
Cuando se está enamorado, nos convencemos de amar, pero es muy posible que solo estemos percibiendo los atributos de quien creemos amar; es decir, tendemos a ver solo lo positivo y lo que integra, pero no lo que desune. Es así como entramos en una especie de hipnosis que impide concebir de manera integral a la persona que creemos amar. Eso no es amor real, es simple enamoramiento.
Ahora bien, cuando del enamoramiento se trata, resulta que solemos “desenamoramos” por las mismas razones que creímos amar. Entonces empezamos a ver las mismas cosas, solo que esta vez lo hacemos desde la óptica contraria: lo que antes te resultaba tierno en tu pareja, ahora te empalaga; lo que antes percibías en él/ella como seguridad en sí mismo(a), ahora lo tomas como egocentrismo o manipulación de su parte; el auto-control que antes veías ahora es, para ti, falta de espontaneidad; y así, puedo continuar ejemplificando… Esto pasa cuando finalmente descubrimos facetas del alma de nuestra persona amada que no nos agradan.
Esta es la razón principal por la que debemos indagar —y priorizar— lo que hay en el interior de ese ser especial. Aquello que te hace sentir la persona más afortunada a través de una mirada, actitud, gesto, e incluso, a través del silencio. Amar a una mujer a través de lo intangible, sin duda alguna, es un pedacito de cielo en la tierra; no en vano dice Dios en su palabra que el hombre que halla esposa encuentra un tesoro y recibe su favor (Proverbios 18:22).
Y es que cuando decides amar a una mujer, parte de la hombría genuina el enseñarte a hacerlo por las razones correctas.
No te engañes a ti mismo pensando en cómo “ese cuerpo te enamora”, porque cuando esas piernas pierdan la firmeza de la juventud o cuando el tiempo empiece a dejar marcas que alteren su fisionomía, probablemente digas: “ya no la amo” y te convenzas de que se acabó el amor, ¡justo la frase que se ha popularizado tanto en las parejas de hoy! Ese es el fruto del enamoramiento, pues, cuando amamos por las razones correctas, entendemos que eso de que “el amor caduca” se trata de una de las mentiras mejor vendidas. Esto lo podemos ver en 1 corintios 13:8 (NTV): “La profecía, el hablar en idiomas desconocidos, y el conocimiento especial se volverán inútiles. ¡Pero el amor durará para siempre!”.
El amor genuino no es superficial; implica decisión y compromiso. Por esa razón, es para toda la vida.
Enamórate de la persona correcta —no del ideal que tienes de ella— y comprométete a amar a esa persona que hace de tus días, los mejores; a esa mujer que con solo una mirada puede transmitirte la más pura expresión de amor; a esa que, con una caricia, tiene la facultad de hacer vibrar tu corazón y que, con solo una sonrisa, trae a tu vida un montón de felicidad. Ámala, valórala y decide estar para ella —y con ella— toda la vida, sin restricciones de ningún tipo. Protégela y ayúdala, pero, por sobre todas las cosas, conviértete en ese hombre capaz de hacerla sonreír cada día por lo que ella es.
Y tú, mujer, no te atrevas a conformarte con menos.
Escrito por Saviel Martínez.
Síguelo en Facebook, Twitter e Instagram.
#MujerInspírate
