Cómo afecta a los niños la violencia doméstica y qué hacer para protegerlos
¿Sabías que un 35% de las mujeres iberoamericanas ha sufrido de abuso doméstico en algún momento de su vida? (OMS, 2017). La violencia doméstica se caracteriza por un desbalance de poder entre dos personas, teniendo distintas repercusiones en el plano de la seguridad física, emocional, sexual, e inclusive, la seguridad financiera. Ante esta realidad, la pregunta del día es: ¿la violencia doméstica entre los padres impacta la salud emocional de los niños?
Paradójicamente, las parejas con hijos suelen pensar que la violencia doméstica “no afecta a los niños porque el abuso, por lo general, ocurre sólo hacia la madre”. Sin embargo, escuchar o ser testigos de violencia entre los padres sí influye negativamente en el desarrollo socio-emocional de los niños, e inclusive, de los jóvenes de la casa. Algunos de los efectos más comunes en ellos son los siguientes:
- Se culpan a sí mismos por la violencia.
- Presentan dificultades para dormir y tienen pesadillas recurrentes.
- Evidencian una regresión a una etapa temprana en su desarrollo, como chuparse el dedo o mojar la cama.
- Presentan síntomas de ansiedad o pánico.
- Presentan comportamientos agresivos o destructivos.
- Rechazan estar en compañía de otros niños y/o actividades que antes les gustaban.
- Maltratan verbalmente a otros.
- Comienzan a hacerles daño a los animales.
- Presentan síntomas de enfermedades ansiosas o nerviosas, como dolores de cabeza o dolores de estómago.
- Evidencian dificultades en el habla, como el tartamudeo.
- Se inclinan hacia el abuso de drogas estupefacientes.
Luego de conoces algunas de las consecuencias, quizás te estés preguntando: “¿qué puedo hacer para proteger a un niño que vive en una situación de violencia doméstica?” Algunas estrategias para ayudar a los niños a recuperarse de la experiencia traumática son las siguientes:
- Encuentra ayuda para salir de la situación de violencia.
- Protege al niño de la violencia al llevarlo a un lugar seguro.
- Informa al niño que el comportamiento violento no es lo correcto y procura ser un modelo a seguir para demostrarle otras formas de manejar sus emociones y resolver conflictos.
- Déjale saber al niño que ninguno de los episodios violentos ocurrieron por su culpa.
- Recuérdale cuánto le amas y abrázale con frecuencia.
- Invítalo a hablar de sus emociones de forma abierta.
- Busca ayuda profesional, con un psicólogo, para todos los miembros de la familia.
En conclusión, la salud mental de los niños puede deteriorarse cuando son frecuentemente expuestos a violencia doméstica. Ante esto, quiero que sepas que en Tu Terapeuta Online estamos para ayudarte, contestar tus preguntas, e inclusive coordinar servicios con un terapeuta a fin de ayudar a tu familia a recuperarse de los efectos de la violencia doméstica.
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