Aprende a controlar tus emociones
Las emociones te definen en algunas oportunidades. Cuando de decisiones y actitudes se trata, ¿eres tú o el resultado de tus emociones lo que predomina? Y si tus emociones hablan más por ti, entonces ¿dónde quedas tú realmente? Hoy te invito a que seas sincera contigo misma al responder estas interrogantes. Independientemente de tu respuesta, el objetivo de este post es darte información vital acerca de la educación emocional y el uso que puedes darle.
Mujeres, reconozcamos que somos un cúmulo de emociones y que constantemente nos relacionamos en función de ello, pero ¿será que lo hacemos de manera beneficiosa?; la ansiedad, el estrés y algunas conductas de riesgo se encuentran asociadas al inadecuado manejo de nuestras emociones, lo que a su vez afecta nuestro bienestar psicológico, físico, espiritual y social. Para poder darle un STOP a esta realidad es necesario que empieces a identificar las emociones que experimentas y darle nombres a las mismas.
Desde este preciso momento te advierto que la educación emocional no es instantánea, no puedes ir a comprarla en una librería como un libro de autoayuda, ya que es un proceso continuo y permanente que conlleva compromiso y conciencia. Para estar educados emocionalmente tenemos que hacer uso de un despliegue de habilidades y competencias emocionales que más adelante te presentaré, animándote a hacer uso de las mismas.
La conciencia emocional: conciencia de lo que se siente y el clima en el que se siente.
¿Cómo hacer esto?
- Identificando lo que estás sintiendo (toma de conciencia).
- Darle nombre a eso que estás sintiendo (emoción: alegría, euforia, gratitud, orgullo, tristeza, rabia, miedo, angustia, frustración, odio…)
- Entrar en conocimiento de las emociones que experimentan los otros. (Esto implica ser empático en la experiencia emocional del otro).
- Estar atentas en cómo nuestras emociones intervienen en nuestra manera de pensar y comportarnos.
Cuando aprendemos a conocer nuestras emociones, podemos evaluarlas; así que cuando te veas movida fuertemente por una emoción:
- Cierra tus ojos o tómate unos segundos para evaluar el impacto de esa emoción en ti y en otros.
- Si esta emoción es dañina para ti, haz uso de tu capacidad para gestionar esta emoción y empezar a generar emociones más positivas, el humor es un perfecto aliado.
En este punto es de suma importancia que revises cómo está tu autoestima, ya que esta te beneficiará o jugará en tu contra durante este proceso.
Procura practicar la automotivación, hacer uso de tu capacidad resiliente y mantener una actitud positiva; recuerda que esto es un proceso continuo, con el tiempo y la práctica será de más fácil acceso para ti.
Te reto a no dejar que la emoción te nuble la mente ni decida por ti, tienes el poder de decidir si una emoción apaga tu luz, o por el contrario, te hace brillar como la piedra preciosa que eres.
#MujerInspírate