5 tips que te ayudarán a vivir sola sin morir en el intento
Sea por cuestiones de traslado en el trabajo o por decisión propia, ser dueña de tu espacio, tiempo y horario forma parte de los beneficios de la tan anhelada independencia. Sin embargo, no todo es color de rosa en el mundo de las independientes. A la hora de independizarte e irte a vivir sola, así como llegan las libertades, llegan las responsabilidades. Por eso, en Mujer Inspírate hemos enlistado una serie de tips básicos que te ayudarán a manejarte sin morir en el intento.
Maneja un presupuesto
Uno de los pilares de vivir sola es la independencia financiera. Quizás al vivir con tu familia, aportabas algo para los gastos de casa, pero vivir sola no se compara en nada a ello. Los servicios, los impuestos, las suscripciones, el abastecimiento mensual y ¡uff! pare de contar… Estas son cosas que si descuidas por la fiebre de los primeros días de vivir sola –entiéndase: despilfarrando en lo primero que se te antoje– te harán llegar a fin de mes en plena indigencia.
Sé aseada y ordenada
Cuando vives sola, el orden pasa de ser opcional a convertirse en una necesidad. ¿La razón?, ya no tendrás a mamá detrás para recogerte las cosas o bien, para solventarte la vida cuando no encuentres algo que necesitas. ¡Claro!, como ahora vives sola, siempre puedes darte el lujo de no limpiar u ordenar –no hay presiones–, pero esto se reflejará en tu efectividad y estado de ánimo.
Mantén tu ropa limpia y ordenada; tu cocina, baño y dormitorio aseado, tu sala libre para transitar… No es lo mismo encontrar todo justo en el momento que lo necesites o vivir en la comodidad de un espacio aseado, acogedor y sin insectos merodeadores que tener la casa “patas arriba” o perder tiempo y retrasarte buscando las cosas –si es que las consigues– que te urgen para salir a trabajar, al gym o con amigas.
Cuida tus hábitos alimenticios
Es más común de lo que crees alimentarte mal y a deshoras cuando vives sola, sobre todo si odias la cocina o no sabes cocinar; entonces el delivery se convierte en ley en tu vida, así como la comida chatarra, y con ello llega el aumento de peso o peor aún, los problemas de salud.
Amiga, si no sabes cocinar, lo mejor es tomar clases; y si tu excusa es que odias la cocina, pues, hazte amiga de los tupper (o envases plásticos) y disponte a cocinar uno o dos días a la semana y refrigera tus comidas. También sé disciplinada a la hora de desayunar, almorzar y cenar; ¡nada de saltarse comidas!, pues, eso le hace mal a tu organismo y se vuelve hábito en un abrir y cerrar de ojos.
Cultiva una buena relación con tus vecinos
Más vale un vecino cerca que un buen amigo lejos. Tener buena relación con tus vecinos es importante para momentos de emergencia. Tampoco es necesario ser amigos íntimos, sino mantener un buen contacto; así podrás recurrir a ellos cuando los necesites. De esta manera, cuando salgas de viaje ellos podrán cuidar de tu departamento, mascota o plantas. También, es aconsejable intercambiar números telefónicos o bien, si la relación se vuelve muy de confianza, dejarles una copia de las llaves de tu departamento en caso de alguna emergencia.
Hazle frente a tus miedos
Sea porque te salió la primera cucaracha en la noche, por la ausencia de compañía para hablar o ver una película, porque las facturas pendientes por pagar no terminen de llegar o por los embates de la soledad en sí; el hecho es que vivir sola te hace caer en cuenta de una realidad que te lleva a madurar a pasos agigantados.
Por más que lo quieras, ya no puedes devolverte corriendo a casa, a los pies de mamá; lo mejor que puedes hacer es encarar tus temores y –luego de llorar y desahogarte– permitirte aprender de la vida para crecer. Recuerda que todo involucra un proceso de adaptación y créeme, eso también pasará; solo es cuestión de que te acostumbres y asumas las actitudes correctas para crecer en medio de esta nueva vivencia y etapa llamada independencia.
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