3 barreras en la comunicación efectiva
Las relaciones interpersonales necesitan alimentarse de una comunicación saludable y efectiva. Como personas –en el trabajo o en la universidad– una comunicación efectiva nos permite condensar la información necesaria para mantener un nivel de productividad óptimo. Como pareja, la comunicación de sentimientos y pensamientos –en congruencia con las acciones– ayudan a mantener viva la llama de la intimidad emocional. Como padres, tenemos la responsabilidad de transmitir verbal y no-verbalmente los límites a comportamientos que pueden ser perjudiciales para el bienestar del niño o adolescente.
La complejidad del ser humano radica en que cada persona es distinta a otra debido a las experiencias de vida que ha enfrentado en su camino.
Sin embargo, es curioso que las dificultades en la comunicación suelan estar relacionadas con una necesidad emocional; es decir, la ausencia de comunicación por sí misma no es el único problema, sino también cómo se siente o nos hace sentir nuestro interlocutor.
Sea que hables con un compañero de trabajo, con tu pareja o con tus hijos; en un momento donde los niveles de conflictos son elevados, éstas pueden ser algunas de las barreras que te impiden mantener una comunicación efectiva:
- Sentirse juzgado(a) y/o criticado(a). A nadie le gusta sentirse atacado y mucho menos por un ser querido o alguien cercano. Cuando escuchamos palabras que lastiman nuestra autoestima, nuestra identidad personal y nuestra esencia, la respuesta será ponernos a la defensiva, contraatacar y así ¡el conflicto continuará escalando!
- Sentir que “no importo”. Ocurre cuando en medio de la conversación, una de las partes está chequeando su celular, mirando su laptop o cualquier dispositivo electrónico. Como mujeres, aunque tengamos la capacidad de hacer multitasking; cuando esto sucede en temas de comunicación, la otra persona puede sentir que estorba, que no se le está prestando atención o que “no es importante”. Asimismo podrías experimentarlo tú cuando tu interlocutor actúa de la misma forma.
- Ofrecer soluciones de forma inmediata. Cuando una de las partes está llorando o expresando mucha rabia, es fácil saltarse todos los pasos y tratar de resolver el problema lo más inmediatamente posible. No obstante, en ocasiones todo lo que hace falta es escuchar atentamente, sin interrupciones y permitir los momentos de silencio en vez de ofrecer soluciones aceleradas para calmar la crisis de nuestro interlocutor.
Ahora que tienes consciencia de cuáles son las barreras que están impidiendo una comunicación honesta y empática con otros, ya tienes medio camino andado para mejorar la calidad de la comunicación con los demás.
#MujerInspírate
