¡El amor es una cosa maravillosa!, pero cuando llega el momento de vivir juntos, salen a flote hábitos que nosotras solemos considerar normales y que terminan siendo tóxicos para la relación. Por eso nos hemos dado a la tarea de preguntarle a ellos cuáles son esas actitudes que las mujeres solemos adoptar y que tanto les molesta, acabando por ser motivos de disputa.
Esto fue lo que nos dijeron:
- La agresión pasiva. Se trata de negarte a compartir tus sentimientos cuando algo te pasa y molestarte o ponerte a la defensiva cuando él se da cuenta y te pregunta al respecto. Sé que a veces es difícil abrirnos pero recuerda que no puedes pretender ser pareja para algunas cosas sí y para otras, no. Esto nos lleva al siguiente punto:
- Creer que debe saber interpretar lo que sientes. No hay nada que a ellos los moleste más que un “¡no me pasa nada!” o “¡todo está bien!” cargado de evidente molestia y encima, lidiar con tu furia cuando deciden no prestarte mucha atención porque –a tu juicio– no te entienden. Amiga, ellos no son psíquicos. Su sugerencia es que les hablemos sin rodeos sobre lo que nos molesta de ellos.
- No hacerlo parte de tus prioridades. Seguro viste ese episodio de Friends donde Rachel y Ross deciden “darse un tiempo” debido a las múltiples discusiones que tenían ya que Ross se sentía desplazado por el trabajo de ella. Amiga, esto no solo pasa en televisión. Sabemos que tus proyectos personales, trabajo o estudios son importantes para ti, pero asegúrate de que tu pareja se sienta valorada si no la quieres perder.
- Juzgarlo por sus relaciones pasadas. El pasado está pisado y si hoy viven juntos es porque ambos decidieron dejar el pasado atrás para continuar escalando en su relación. Entonces, ¿por qué seguir trayéndolo a colación? Antes de “sacarle el pasado” a tu pareja, mejor inspecciónate para saber si quizás hay algo que aún te molesta o no has perdonado y por eso no terminas de dejarlo atrás. Esto tiene que ver un poco con nuestro siguiente punto:
- Chantajearlo emocionalmente o manipularlo. Desde todo punto de vista, está mal hacernos la víctima para voltear una discusión a nuestro favor y echar en cara errores del pasado para manipular a tu cónyuge. Eso solo empeorará la situación.
- Darle órdenes constantemente. “Recoge tus zapatos”, “no dejes tu ropa regada”, “saca la basura”, “lava lo que ensucias” y demás exigencias… Ellos aseguran que siempre será mejor recordarles que trabajan en equipo y lo importante que es para ti su cooperación en vez de ponerte mandona. Recuerda que tienes una relación de pareja, no una relación madre-hijo con tu cónyuge.
- Dar por hecho que tus celos son normales. Justificados o no, los celos nunca serán indicio de algo bueno. Cuídate de hacerles escenas sin razones válidas, fisgonear entre sus cosas, revisar su correo, su celular, sus redes o email… Mejor pregúntate qué te está llevando a desconfiar de él; si son tus inseguridades, sus actitudes o ambas y háblenlo. Una relación sin confianza es una relación sin bases sólidas que puede derrumbarse en cualquier momento.
- Compararlo con otras personas. Amiga, no te casaste con tu padre ni con tu hermano, tampoco con el esposo de tu mejor amiga; y ¡ni hablar de los ex!, así que nunca compares a tu pareja con alguien más. Esto no solo es molesto para ellos y los hace sentir tristes, sino que resquebraja su confianza en ti.
- Controlar todo lo que hace. Está bien querer estar presente en la vida de quien amas, pero aún en la convivencia es importante preservar el espacio personal de cada quien. No atentes contra el tiempo en soledad de tu pareja ni pretendas mantenerlo monitoreado cuando no está contigo. Eso no es sano.
- Enojarte cuando hace planes sin ti. Sea a practicar algún deporte, jugar videojuegos, ir a un bar con amigos o a un partido de fútbol, ¡no te molestes! A ver, ¿cómo te sentirías si él siempre quisiera estar cuando sales de compras o por un café con tus amigas? Entiende que así como tú, él también necesita y está en el derecho de compartir con otras personas de vez en cuando.
El propósito de este artículo no es defender a los hombres ni darles la razón, sino animarte a mirar más hacia lo interno y así reconocer lo que, como mujeres, hacemos mal para buscar cambiar esas actitudes por el bienestar de ambos y sobretodo, por el crecimiento sano de nuestra relación. ¿Qué dices?, ¿asumes el reto?
#MujerInspírate
